El WiFi emite radiaciones electromagnéticas a una potencia muy elevada. Las consecuencias son nocivas para todos, pero en especial para los niños que son más vulnerables al estar en pleno desarrollo.
¿Se debería retirar de lugares públicos?
En Inglaterra, Francia y Suecia lo están retirando de escuelas, museos, bibliotecas y lugares públicos. La tecnología inalámbrica no está revisada por sanidad ni por ningún organismo que nos pueda decir qué potencia emite y cómo se controla esa emisión.
El informe “Bioiniciative”, de acceso público, incluye más de dos mil estudios internacionales sobre el tema de la exposición a dicha radiación. En la resolución del Consejo de Europa de mayo se recogen como conclusión de este informe que los estudios vinculan la exposición prolongada a radiaciones electromagnéticas con ciertos tumores.
¿Qué dice la OMS sobre el tema?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado oficialmente este tipo de radiaciones como “posiblemente cancerígenos”. Reconoce que su uso conlleva un mayor riesgo a tumores, por lo que recomiendan tomar medidas para reducir al máximo su exposición, especialmente en el caso de los niños.
Las radiaciones electromagnéticas emitidas por los teléfonos móviles las han incluido en el llamado Grupo 2B en el que se hallan los agentes “posiblemente cancerígenos”, es decir, aquellos de los que se sospecha fundadamente que pueden provocar cáncer pero de los que no hay “suficientes evidencias científicas”.
¿Qué podemos hacer?
Las incógnitas en relación a los efectos que puede tener la exposición prolongada del WiFi, lleva a los expertos a recomendar algunas medidas de precaución:
- Hablar más por mensajes de texto o hablar con el manos libre, contribuye a minimizar la exposición.
- Colocar el punto de acceso WiFi de nuestros hogares por lo menos a un metro de distancia de zonas donde pasamos la mayor parte del tiempo, como camas, sofás, mesas y zonas de juegos.
- Transferir grandes archivos de datos solo si el punto de acceso es de buena calidad, para evitar retrasmisiones más prolongadas y exposiciones más altas.
- Escoger equipos de telecomunicaciones con control de potencia, por ejemplo en lugar de DECT un teléfono con ECO DECT.
- En los lugares donde se usa una conexión WiFi con frecuencia, la cobertura debe ser lo suficientemente buena.
- En espacios públicos es preferible instalar una sola red WiFi que dé cobertura a todos los equipos o usar el antiguo sistema de conexión por cable.
- Apagar los puntos de acceso cuando no estén en uso, porque aunque no se utilice el aparato envía señales de baliza.
¿Cómo reducir la exposición de nuestros móviles?
Como explicamos anteriormente en otro de nuestros post de “¿Cómo protegerse de las ondas de su móvil?”. Existen unos parches que colocas en la parte posterior de su móvil y que ayuda a protegernos de las radiaciones electromagnéticas de nuestros móviles.
Estos parches se llaman Fazup y por muy poquito puede protegerse a usted y a su entorno de las radiaciones de su propio móvil. También existen packs con los que podrá proteger a toda la familia.
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