Estos dispositivos portátiles, nacidos a principios de 2014, prometieron una gran revolución: la capacidad de navegar por internet, recibir notificaciones y seguimiento de la actividad física sin tener que utilizar el Smartphone. Los primeros modelos se caracterizaron por unos diseños bastante pesados (y poco elegantes); hasta la fecha, siguen las inversiones por parte de los grandes fabricantes de electrónica de consumo y relojes, que han creado decenas y decenas de modelos, cada vez más refinados y adecuados para poder utilizarse en cualquier ocasión. Las funciones que ofrecen son varias, cada vez más sofisticadas gracias a la evolución progresiva del software: veamos ahora las principales características de los Smartwatch, sus posibles usos y sus limitaciones.
Usos de los Smartwatch:
Los relojes “inteligentes” capaces de realizar simples cálculos son hoy en día un recuerdo muy lejano: hoy en día, los Smartwatch pueden considerarse ordenadores en miniatura, capaces de ejecutar aplicaciones, permitir la lectura de emails y navegar por Internet.
Algunos de los últimos modelos ofrecen la posibilidad de insertar una tarjeta SIM independiente del dispositivo móvil: la dependencia natural de este wearable por el Smartphone parece haber llegado a su fin.
Las aplicaciones más interesantes son si dudas las dedicadas a la monitorización de la salud y de patologías específicas, como por ejemplo la diabetes: es posible almacenar los niveles de azúcar en sangre todos los días y mantener la enfermedad bajo un control constante.
Estos dispositivos son perfectos para deportistas que desean controlar su actividad física e incluso su dieta, y para profesionales que, debido al trabajo, reciben correos y llamadas que no pueden permitirse perder.
Limitaciones de los Smartwatch:
Debido al coste relativamente elevado, la compra de un Smartwatch está recomendada más bien para aquellos que tienen una necesidad real: profesionales que no pueden perderse ni si quiera un correo electrónico, o deportistas que quieren o necesitan controlar sus parámetros de manera casi constante.
Por supuesto, también existe una alternativa de muy bajo costo, con funcionalidades más limitadas: por ejemplo, se pueden ver las notificaciones y monitorear los pasos, sin ser capaz de navegar por Internet o usar aplicaciones.
Pero falta algo…
Son, de hecho, los propios dueños de un Smartwatch, los que afirman no usarlo constantemente. Además de la comodidad de poder ver las notificaciones directamente desde la muñeca sin tener que rebuscar en el bolso, falta una característica única, innovadora y original que lo haga indispensable.
En conclusión, este tipo de dispositivos está enfocado principalmente a personas con necesidades específicas, apasionados por la tecnología o, por qué no, aquellos que quieren dejar de lado su Smartphone durante unas horas, sin perder mensajes y llamadas.
En un futuro se predicen más funcionalidad, más personalización y utilidades adaptadas a usuarios medios y profesionales… ¿Llegará ese Smartwatch que realmente nos sorprenda?